¡HA! Vida, te reíste
en mi cara, me pateaste repetidas veces en las bolas, ahora es
momento de tomar mi venganza y vivir aquella vida que tanto he
anhelado. Una vida feliz.
Podrás estar haciendo
lo mismo con otras personas, y puedo verlo perfectamente, y el hecho
de que me hayas tratado de la forma en que me trataste me ha
permitido encontrar las formas de ayudar a aquellos en problemas, a
aquellas personas a las que actualmente te encuentras jodiendo;
ayudarlos para poder salir de tus garras y llevarlos por un camino
distinto.
"A cada fuerza
aplicada existe una fuerza contraria de igual magnitud". Y sí,
lo existe, lo llaman karma, o una tontería así. En esta vida, las
cosas que te ocurren tienden a ocurrir de nuevo pero en sentido
contrario. Básicamente, el haber perdido algo importante te
permitirá encontrar algo igual de importante. Y es a lo que la vida
le gusta hacer: nos hace sufrir, y de un momento a otro nos otorga
una fuente de felicidad y alegría que compensa de muchas formas
aquél sufrimiento.
Es difícil verlo, es
difícil encontrar aquellas fuerzas contrarias, aquellas fuerzas que
nos darán la felicidad. Ya sea por que estamos muy distraídos, por
que ya no creemos en que las cosas se mejorarán, o simplemente,
porque hemos decidido quitarnos la vida y evitar recibir aquél gran
regalo.
Vamos, no hagan eso,
no se quiten la vida, sigan adelante, tarde o temprano encontrarán
aquella cosa que los hará feliz.
“Pero, ya no puedo soportarlo más, ¡ya no puedo más!” Claro que puedes, y debes de seguir soportándolo. ¿Acaso tirarías a la basura todo por lo que has pasado sin si quiera haber recibido la gran paga al final del camino?; ¿acaso, todos esos años de sufrimiento, habrían sido en vano? No lo hagas, aún hay muchas razones para seguir viviendo. Muchas. Y una de ellas es el encontrar la felicidad.
“Pero, ya no puedo soportarlo más, ¡ya no puedo más!” Claro que puedes, y debes de seguir soportándolo. ¿Acaso tirarías a la basura todo por lo que has pasado sin si quiera haber recibido la gran paga al final del camino?; ¿acaso, todos esos años de sufrimiento, habrían sido en vano? No lo hagas, aún hay muchas razones para seguir viviendo. Muchas. Y una de ellas es el encontrar la felicidad.
Yo he pasado por ello,
he pensado en acabar con mi vida, y no solo la mía, si no que
incluso en la de todo el mundo, pensando en lo triste y decaído que
este mundo se encuentra y como sería perfecto que llegase a su fin.
Pero, ya no lo hago más, he encontrado la felicidad, y la he
encontrado en una persona que no sabía si quiera que existía. No,
no estoy hablando de una pareja romántica, pero sí de una
sentimental, persona con la que comparto mis ideas, mis sentimientos
y mis pensamientos; una persona con la que puedo hablar, y una
persona que sabe que cuenta conmigo para lo mismo. Un amigo, un amigo
con quien pasar el tiempo, con quien poder disfrutar de mis días, un
amigo con quien descubro nuevas cosas y continúa negando los
pensamientos que tenía de mí mismo, cambiándolos para bien. Puede
que también él tenga sus propios problemas, pero, así como él
está para mí, yo lo estoy para él. Ambos encontraremos la
felicidad, haré lo posible para que él no se rinda, y de la misma
forma, él está haciendo lo miso por mí. Ambos encontraremos y
viviremos la vida anhelada, el sufrimiento terminará y nuestros
destinos se volverán menos oscuros.
Tal vez la depresión
me vuelva a golpear, tal vez vuelva a tener otro episodio suicida,
pero eso no importa, no cuando sabes que, incluso en las peores
cosas, tienes a alguien con el que puedes contar.
La felicidad no llegó
a mí sola, llegó en una persona. Yo era solitario y le negaba el
acceso a las personas a mi pequeña burbuja, la abrí en un momento,
y casi al instante me percaté de lo estúpido que fui durante tanto
tiempo, y de como me negué la felicidad. Al principio todo fue
sencillo, las cosas comenzaron a mostrarse, pero hasta hace poco, esa
persona de las que les he hablado entró en mi vida; ya había
entrado antes, pero esta vez lo hizo directamente, se me acercó y me
habló. Yo creía que estaba solo, que nadie podría entenderme... y
no era así. Aquél día que me habló las cosas cambiaron. Fue como
una gran bofetada de realidad. Desde ese día rápidamente las cosas
comenzaron a tomar un nuevo rumbo; relaciones se perdieron para
siempre y algunas nuevas se crearon, las vendas que cubrían mis ojos
comenzaron a caerse y aquél rayo de esperanza comenzó a brillar con
más fuerza.
Desde ese día las
cosas van como en una montaña rusa: llegan cosas que me deprimen y
me hacen caer al suelo, pero luego llegan cosas que me hacen
levantarme y llevarme incluso más lejos, y todo se lo debo gracias a
la intervención de él.
De no haber sido por
el hecho de que ese día él me hubiese hablado, en este momento no
me habría percatado de tantas cosas, y, posiblemente, mi existencia
habría acabado semanas atrás...
Ha cambiado mucho
todo, y no solo mi persona, si no que también todas las cosas que me
rodean. He visto al mundo con diferentes ojos, y lo que he visto me
ha gustado. Y todo esto gracias a que continué, a que quise seguir
adelante, y a que nunca me detuve.
Tengo una entrevista
de trabajo en próximos días, un gran amigo en el que puedo confiar
para todo y un par de personas que se preocupan y desean lo mejor
para mí; el mundo a mi alrededor sigue en cambio al igual que yo, y
me acoplo como debería de ser en lugar de intentar evadir y huir del
cambio. Sí, aún me deprimo, aún tengo episodios tristes en donde
no tengo fuerzas ni para moverme, pero, aquél rayo de esperanza que
una vez vi hace meses sigue brillando con la misma intensidad, así
que no me detengo, aún estando deprimido, cansado y frustrado sigo
caminando. No puedo quedarme atrás, no puedo detenerme, y mucho
menos, no puedo tirar a la basura todo por lo que he pasado, no puedo
dejar que todo mi esfuerzo haya sido en vano, y mucho menos, no puedo
defraudar a aquellos que se preocupan por mí. No puedo irme hacia
atrás, no estando tan cerca de llegar a aquél rayo de esperanza.
Y les digo lo mismo a
ustedes, nunca se detengan, sigan adelante. Si están deprimidos, si
no saben cómo continuar, busquen ayuda, hablen con aquellas personas
en las que confían, o busquen ayuda en otras. Pero, por favor, no
terminen sus vidas, no estando tan cerca de encontrar la felicidad
que tanto han buscado y esperado por tanto tiempo.
Claro, no llegará a
ustedes por si sola, deberán de buscarla y hacer lo posible para
conseguirla. Yo he peleado y he combatido mis demonios para poder
conseguirla, y ahora estoy ayudando a un amigo quien también está
combatiendo y luchando para conseguir su felicidad. No podemos ser
felices de un día para otro, nadie puede, y el camino para conseguir
la felicidad no será tan sencillo, pero les apuesto que, ese camino
será mucho más sencillo de seguir que el de simplemente ignorar la
existencia de la felicidad, evitar pelear por ella, y al final,
terminar su existencia en este mundo.
No se detengan, están
muy cerca de conseguir la felicidad, así que, no miren hacia atrás,
miren hacia adelante, con la cabeza en alto; busquen ayuda, busquen
en quien apoyarse, ya que, este es un camino que sólo no puede
hacerse, y además, que acompañado es mucho mejor.
Tan solo sigan
adelante, nunca se detengan, no paren su vida, no cesen su
existencia. Así como yo lo hice, así como el que yo hubiese
continuado viviendo me permitió conocer a aquella persona, así
también les ocurrirá a ustedes: el seguir viviendo les traerá la
fuente de felicidad, ya sea en forma de un amigo, de un familiar, de
una nueva relación amorosa con una persona... Pero, simplemente, sin
importar qué o cómo es que pueda llegar, lo importante es que no se
detengan y sigan adelante.
Sigan adelante, por
mí, ¿está bien?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja un comentario con tu opinión acerca de lo que leíste ;)