24 may 2015

Objetos frágiles *Final alternativo*

NO LEER ANTES DE LA HISTORIA ORIGINAL
Historia original:
Objetos Frágiles

"Final alternativo para la historia "Objetos frágiles".
Un final más "completo" y que cierra algunos cabos sueltos."



Haré eso. Pero a cambio tendrá que responderme otra pregunta. ¿Qué se supone que hace con las vajillas como para necesitar comprar más cada semana?”
Eso jovencita, es otra historia para otro momento… A menos claro que estés tú dispuesta a decirme la razón por la cual me comenzaste a hablar.”
Lo hice, más de una vez..”
Contestó la chica mientras caminaba varios pasos adelante de la anciana.
¿En serio?”
¡Sí!, ¡Incluso me hizo repetirlo!”
La joven se dio la vuelta, y ahí la encontró, a la anciana completamente desnuda y además empapada, con su larga melena plateada siendo sacudida por el viento. Ella de inmediato se sonrojó y se dio la vuelta.
Supongo que estaba distraída… por cierto, ¿podría saber tu nombre?”
Creo que sí… no veo porqué no…-”
La chica contestó, tratando de retomar la postura luego de haber el cuerpo desnudo de la anciana.
-Alison, mucho gusto.”
La chica se dio la vuelta y le extendió la mano a la anciana, tratando de actuar de la misma forma que la anciana, quien era indiferente ante su “situación.”
¿Alison...? Es muy bonito ese nombre… se parece mucho al de mi madre.”
La anciana no le extendió la mano, cruzó los brazos sobre sus pechos, y miró hacia el cielo. La chica retrajo su brazo y continuó mirando a la anciana, tratando de no desviar la mirada a otras partes de su cuerpo.
¿Puedo saber cuál es su nombre?
La anciana trató de responder, pero antes de hacerlo su voz se cortó, como si algo la hubiese detenido al instante. Mantuvo la mirada en el cielo, observando el cielo estrellado que hacía de techo en aquella noche; y, mientras la chica trataba de entender qué pudo haber causado que la anciana dejase de hablar, observó como unas cuantas lágrimas habían empezado a correr por sus mejillas.
Ella trataba de evitar que la joven la viese llorar, pero, al final, en cuanto comenzó a limpiarse las lágrimas usando sus dos manos, simplemente no puedo aguantarlo más y miró a la chica con una enorme sonrisa en su rostro.
Madison… mi nombre es Madison… y el nombre de mi madre era Alison, justo como el tuyo...”

¡¡Espera!!, ¿la chica era la madre de la anciana?”
No lo sé. Supongo que sí, tal vez no. Los únicos que podría responder a esa pregunta serían tanto la joven como la anciana.”
¿Acaso no me piensas contar el final?”
Ese fue el final.”
Tus historias son horribles. Prefiero que mamá me las cuente.”
Pero mamá no está aquí. Así que tendrás que aguantar mis historias hasta que ella venga.”
Trato hecho. Pero quiero una rebanada de pastel mientras espero.”
Ese no es un trato. ¡Yo no gano nada!”
Me quedaré callada y no te molestaré.”
Mejor te sigo contando mis historias, de igual forma no hablarás.”
¡Eso no es justo!”
La pequeña miró con enojo a su padre mientras se encontraba recostada en su cama, éste solo sonrió, y antes de poderle responder alguien llamó a la puerta. De inmediato él se levantó y salió de la habitación.
Cuando regrese, te prometo que te contaré una mejor historia, te lo prometo.”
Le dijo él a su hija deteniéndose en la puerta antes de continuar caminando.
¡Eso ya lo veremos!”

Bajó por las escaleras a paso apresurado, tratando de llegar lo más rápido posible hasta la puerta de la casa. Tropezó una vez con un tazón que había en el suelo, y cuando lo hizo de inmediato el ruido atrajo a un pequeño gato hasta donde él se encontraba.
Contesto la puerta y regreso a darte algo de leche.”
El hombre le dijo al gato, acariciando su lomo haciendo que éste alzara la cola.
Continuó caminando hacia la puerta, y cuando estuvo parada frente a ésta sintió una extraña sensación recorriendo todo su cuerpo: sus manos se helaron, su piel se erizó, y sintió un extraño cosquilleo en su nuca. No le dio importancia, colocó su mano en la perilla de la puerta y la abrió. Cuál fue su sorpresa cuando, parada frente a la puerta, se encontraba una joven sujetando en sus brazos un oso de peluche.
Vaya, pero mira cuanto has crecido.”
Y mírese usted, cuantas arrugas y canas no le han salido ya.”
Sigues siendo la misma de antes. Supongo que todo ha ido bien.”
Sí, así es. Aunque aún sigo algo confusa por la revelación que me hizo hace ya varios años atrás.”
Siempre es lo mismo, tanto contigo como con Madison. Pero, es lo mejor para ambas.”
Supongo que si. Creo que es mejor saber la razón por la cual hacemos ésto que tener que actuar a ciegas como una vez lo hicimos.”
Cierto. Y bueno, ¿Qué te trae por aquí; es que acaso ya es ese día del año?”
Sí. Por fin llegó ese día tan esperado por todos.”
Supongo que debo de llamarla...”
Si es posible claro, si no podría esperar a su madre y darle el peluche a ella. Aunque creo que sería algo extraño.”
No del todo.”
¿Es que acaso ella lo sabe?”
Sí. Pero no sabe que será ella misma quien se de el oso de felpa. El mismo oso que su abuela un día le entregó, y quien fue su antecesor quien se lo heredó.”
Me pregunto cómo es que han mantenido este mismo peluche en el mercado durante tanto tiempo.”
¿Le das mas importancia al saber cómo es que un oso a podido ser vendido que al hecho de que nosotros llevamos haciendo lo mismo durante tanto tiempo?
Uh… ¡Madison, tengo un regalo para ti!”
La joven gritó por encima del hombro del sujeto, éste solo sonrió y miró hacia la chica quien dio unos cuantos pasos hacia atrás y esperó a que la pequeña niña llegara hasta donde se encontraba.
Nunca cambiarás no importa cuantos años hayan pasado.”
Y tú sí. Mira ya cuantas arrugas tienes...”
Tanto el hombre como la chica comenzaron a reírse, y cada vez que sus miradas se topaban un extraño brillo aparecía.
La niña bajó corriendo las escaleras luego de escuchar aquella voz femenina, y cuando se topó con la escena en donde su padre y una joven se encontraban riendo simplemente se congeló y no supo qué decir.
Oh mira. Ya está aquí-”
Dijo el hombre, percatándose de la presencia de su hija.
-Madison, ella es Alison. Alison, ella es Madison…- ”
Por un segundo ambas se contemplaron.
Madre e hija. Hija y madre.
Él esperaba a que ambas se saludaran e hicieran algo más que verse la una a la otra, pero eso no ocurrió.
-No sean tímidas. Dense un abrazo o algo así.”
Él jaló a la joven hasta donde se encontraba la niña, y una vez que estuvieron paradas una frente a la otra, sin que él tuviese que hacer algo mas, la joven se tiró al suelo y la niña la abrazó.
Perfecto. Ahora dale el peluche.”
Sé lo que tengo que hacer. No me apresures.”
La joven rompió el abrazo, la niña seguía sin poder hablar, y únicamente contemplaba a la joven.
Te daré éste peluche, pero solo si me prometes hacer algo por mí.”
¿Q-qué sería?”
La niña con la voz quebrada y tratando de no romperse en llanto contestó.
Me gustaría saber que era lo que hacías con las vajillas que siempre tenías que ir a comprar más.”
Tengo ocho años, mi padre es quien se encarga de esas cosas, no yo.”
¿Alguna idea de qué hacía con las vajillas?
La joven miró al hombre, quien solo sonrió.
¿Sigues tan obsesionada con eso?”
Y lo estaré hasta que o tu me contestes o ella lo haga. Lo que ocurra primero.”
La joven contestó, sujetando todavía en sus brazos al enorme oso de felpa, al cual la pequeña niña no dejaba de observar.
¿No sigues interesada en saber qué hay en el ático?”
Ya no, no desde que comencé a ver como incluso el segundo piso comenzó a llenarse de tantos recuerdos. ¿Cuántas veces no le haz dado ya esa figurilla de cristal?; ¿cuántas veces no me haz dado a mí también esa misma figurilla?”
Sí, han sido muchas veces. ¿Pero y qué? A ambas les sigue gustando, y no tengo problema alguno para poder hacer una nueva de ellas cuando llega el momento, y además, sigo disfrutándolo como si fuese la primera vez que lo hago...”

La joven y el hombre se habían perdido tanto en su conversación que habían olvidado a la niña, quien seguía parada ahí frente a la joven, aún viendo al oso de peluche que la chica sujetaba.
“¿Podría escuchar una historia tuya y como recompensa recibir al oso de peluche?”
La pequeña habló, mirando a la joven directamente a los ojos. Por un momento la chica pensó “-¿Acaso está insinuando que mis historias son tan malas como las de él?-”, y estando a punto de contestarle casi gritando, se dio cuenta de que no sería lo mejor que podía hacer, se calmó, y la miró a los ojos.
No me sé muchas historias…”
Fue lo único que pudo decir. La niña de inmediato se desanimó y bajó la mirada al piso, y de inmediato la joven notó lo que había hecho y trató de remediar lo que había causado.
Uh… pero… uh… tal vez… ¡Ya sé! Te contaré la historia de mi vida.”
La niña de inmediato alzó la mirada y en su rostro apareció una sonrisa llena de felicidad.
Esa ya se la conté muchas veces.”
Y tan pronto como la joven terminó de hablar, el hombre se hincó a un lado de la niña y dijo lo anterior, haciendo que en la chica una mueca de frustración apareciese.
Eres un aguafiestas…”
“… Supongo que contaré tu historia.”
Dijo la joven, apuntando a la niña.
También ya se la narré.”
Contestó de inmediato el hombre.
No se puede hacer nada sin que tu llegues y lo arruines todo.”
Se supone que ese es mi trabajo como padre de ambas.”
Está bien. Madison, te daré éste oso de peluche si logras aguantar otra de sus historias. Y, como recompensa para ambas, podremos tener dos rebanadas de pastel.”
Dijo la chica mirando a la niña, una vez que terminó de hablar, la sonrisa de antes que tenía la pequeña se había hecho incluso mas grande, y un brillo en sus ojos había aparecido.
No es suficiente esa recompensa para ti. Mira lo que conseguí.”
El hombre se alejó de ambas, y cuando regresó éste sujetaba en sus manos un pequeño gatito hecho de lana, que tenía como peculiaridad el hecho de que olía a canela. La chica de inmediato se levantó del suelo y miró lo que él sujetaba en sus manos.
Espera un momento… ¿Porqué nunca antes me habías dado éste obsequio? ¡Era el mismo que había encontrado en ese ático la primera vez!”
No fue la primera vez. Lo sabemos.”
Entiendes el punto.”
Sí, así es, entiendo lo que tratas de decir. Es lo mismo que la situación de las vajillas, o la cajera que aún sigue en esa tienda sin haber envejecido ni un año, o la situación de todos nosotros; el cómo es que ésta casa se ha mantenido en pie; en cómo es que el oso de peluche sigue siendo vendido en la misma tienda; en cómo es que aquél gato sigue estando aquí con nosotros; y en cómo es que te puede gustar un olor tan horrible como es el de la canela. Es inexplicable.”
El hombre se burló, sonriendo a la niña quien hizo lo mismo y soltó una pequeña carcajada. La joven solo se quedó callada, le quitó de las manos la pequeña manualidad y de inmediato comenzó a admirarla, aún sujetando con una de sus manos al oso.
¿Qué era?”
Preguntó la niña.
Un gatito de lana.”
¡Es el que yo hice una vez en la escuela!”
Dijo de inmediato la pequeña en cuanto pudo ver con detalle el pequeño obsequio que su padre le había dado a la chica.
Sí, así es. Es idéntico al gatito que tenemos, ¿no es así?”
Sí. Lo hice igual a él.”
¡Lo sabía!”
El hombre actuó sorprendido, tratando de hacer aún más feliz a su hija, quien no paraba de sonreír.
Pero espera papá. Se lo has dado cuando ni si quiera nos has contado la historia.”
¡Es cierto, casi se me olvidaba! Vamos los tres...”
El gato se apareció detrás de ellos, maullando y captando la atención de los tres.
“… Bien, los cuatro. Vayamos a la habitación y comencemos de una vez con ésto.”

La joven dejó de observar al pequeño gatito de lana, miró a la niña, y sonrió.
Gracias. Lo aprecio mucho. Ten, para que no sea la única con un obsequio.”
Ella le entregó el oso de peluche a la niña, quien de inmediato lo sujetó entre sus brazos y lo abrazó, recargando su cabeza en la del oso.
Los tres comenzaron a caminar hacia la habitación de la pequeña. El hombre cargaba en sus brazos al gato quien no paraba de ronronear; la joven admiraba al pequeño gatito de lana que tenía en sus manos; y la niña seguía sujetando con gran fuerza al oso de peluche que le había regalado la joven. Los tres llevaban algo en las manos, y no lo soltaron incluso hasta cuando estuvieron en la habitación.
La niña se acostó en su cama sujetando aún en sus brazos al oso de peluche.
El hombre cargaba al gato entre sus brazos, aún cuando él se había sentado al pie de la cama para poder estar lo mas cerca de su hija.
Y la joven llevaba en una de sus manos al pequeño gatito hecho de lana, aún luego de haberse sentado en una silla justo frente a la niña.

“Bien, comencemos con la historia… A ésta la titulo “Objetos frágiles”…”

FIN

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